La tarde se me había pasado
volando pensando en aquella nota y en lo que quería decirme Jace… era tan
extraño todo, no tenía ni idea para que quería verme pero no podía evitar
sentirme nerviosa… todo era tan raro, aunque bueno, mi vida siempre había sido
rara desde que tenía uso de razón.
Media hora antes de mi “cita” con
Jace, estaba ya cambiada y arreglada, había tratado de ponerme linda para el y
estaba casi segura de que lo había conseguido, aunque bueno, quizás me había
arreglado demasiado. Llevaba un vestido fino que llegaba por encima de la
rodilla de un color parecido al carne con estampados de caballos en color mas
oscuro y rodeando el vestido llevaba unas tiras de color rojo, además del
cinturón a juego con la tira gorda. Me sentía cómoda y además siempre me había
gustado. Le tenía un cariño especial, aunque no sabía por qué ya que según
recordaba lo tenía desde hacía un par de años, pero que yo recordase no me lo
había regalado nadie para tenerle tal cariño.
Me coloqué unos pendientes de aro
rojos, y un collar largo, me arreglé el pelo dejándomelo ondulado al final y
busque unos tacones a juego con el vestido o con los pendientes al menos. Al
final encontré unos rojos con un poco de tacón fino y con un poco de plataforma
por el otro lado.
Me miré en el espejo, me había
arreglado tanto como creía por lo que ya mas no podía hacer para estar bien
para la “cita”. Aun no podía creer que tuviera esta noche una quedada con
alguien.
El teléfono comenzó a sonar.
((Sonido de teléfono))
Al ver que nadie respondía,
supuse que mis padres se habían ido a dar un paseo con mi hermano pequeño y
cogí el teléfono.
-¿Sí? ¿Quién
es?- pregunté
-Clary? Soy
yo, Simon
-Ahh, hola
Simon- contesté sin mucho interés… la verdad que había pensado por un momento
que era Jace para saber si iba a ir a la cita o no. - ¿Qué es lo que quieres?
-MM.. me
preguntaba si te gustaría venir al cine, hemos quedado los de mi grupo y he
pensado que te gustaría venirte- lo oí preguntarme un poco nervioso.
Me quede pensativa… tenía que
decirle que no de una forma adecuada, para no hacerle daño y también que de
alguna forma no me preguntase el porqué no iba a ir.
-Veras… es que
no puedo ir. Mi madre me ha castigado y además tengo que adelantar una cosa
para una clase. Que voy bastante retrasada. Lo siento de verdad, no puedo ir
Simon. Además, de que luego tengo que ir a casa de… de Lilyan a recoger unas
cosas.- dije rápidamente pensando en el nombre de una de las chicas de clase.
-Qué raro que
hayas quedado con una chica de clase Clary…. Pero bueno, esta bien. Nos vemos
entonces mañana en clase. – sonreí cuando vi que se había tragado mi mentira.
-Si, nos vemos
mañana Simon. De verdad que lo siento- dije y acto seguido colgué el teléfono.
Exhale un suspiro y me invadió un
poco la culpa… pero ya estaba hecho; además, estaba casi segura, de que si le
contaba a Simon que había quedado con Jace se cabrearía… Siempre lo hacía.
Miré mi reloj de muñeca y
suspiré. Ya eran las diez… lo mejor era que me pusiera en camino hacia el
Pandemónium… quizás, Jace ya me estaba esperando allí. Cogí mi bolso, una
chaqueta por si hacía frío y metí las llaves, el móvil y el monedero dentro del
bolso. Bajé las escaleras y salí por la puerta cerrándola con fuerza y pasando
la llave para cerrarla bien. Le había dejado una nota a mi madre de que hoy
llegaría tarde porque había quedado con una amiga de clase.
Salí en dirección al Pandemónium.
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