El camino hasta la discoteca era
largo, por lo que me llevó una media hora llegar hasta la puerta del local. Miré de nuevo mi reloj, las diez y media… tenía que darme prisa, puesto que
Jace me había dicho que solo estaría hasta las once esperándome. Cuando llegué
hasta el local, me quede observando la gran cantidad de gente que había; caminé
con cuidado dirigiendo a la parte de atrás del local. Estaba un poco oscuro,
aunque un poco mas adelante había luz gracias a los focos que iluminaban un
pequeño parque, no lo había visto antes, y eso que había venido por aquí un par
de veces. Caminé con cuidado, mirando a todos lados, el lugar no me gustaba
mucho y la verdad que tenía un poco de miedo por lo que podía pasar o suceder
por estos lugares. Vi a alguien apoyado en la farola que había a la entrada del
parque, por la estatura parecía ser Jace. Sonreí y me acerqué hasta él con un
poco de nerviosismo atravesando la zona oscura. Estaba muy cerca de él cuando
de pronto, unos tipos se pusieron delante de mí impidiendo que pudiera
continuar.
Los observé, parecía que
habían bebido y además sus rostros eran
palidos y parecían agresivos.
Traté de zafarme de ellos yendo
hacia un lado con el objetivo de llegar hasta Jace y alejarme de ellos pero uno
me cogió del brazo haciéndome daño, clavando sus uñas en mi piel.
-Ajjj- me quejé por el dolor- ¡suéltame!-
grité
- ¿A dónde vas pequeña? No
pienses que te voy a dejar escapar… eres mi aperitivo- el hombre susurró cerca
de mi oído lo que provocó que temblase por el miedo y lo miré asustada. Mire a
mi alrededor, solo estaban los hombres, al parecer la sombra que había bajo la
farola no era Jace ¿Dónde podía estar él? ¿Acaso todo esto había sido una
trampa? Unas lágrimas comenzaron a descender de mis ojos sin poder evitarlo, me
sentí decepcionada y con un gran dolor en mi corazón. Mientras lloraba trataba de
pensar en cómo escapar de aquellos hombres y recordé unas patadas que me había
enseñado Luke hacía unas semanas para aprender a defenderme. Tratando de
calmarme y coger la fuerza necesaria, solté una patada al hombre que me tenía
agarrada de la mano y salí corriendo de allí como pude mientras oía como el
hombre al que había dado se quejaba del dolor. Sin embargo, antes de que
pudiera darme cuenta, el otro hombre estaba enfrente de mí y esta vez de su
boca salían unos colmillos largos y blancos ¿un vampiro? Era imposible, no
existían, eso era un cuento de las personas para asustar a los niños.
El hombre abrió la boca y se
abalanzó contra mí sin dudarlo.
PLAFF
Un golpe seco se oyó en ese
momento y el hombre que había tratado de atacarme cayó al suelo inconsciente.
Alguien lo había atacado por la espalda, observé a mi salvador, era Jace…
aunque esta vez, su rostro mostraba ira, furia… y sus ojos eran aterradores…
daban miedo.
-Agáchate Clary- me ordenó
sacando delante de mí una daga pequeña, murmuraba algo en un idioma que no
entendía y se disponía a atacar al hombre que antes me había agarrado del
brazo. Hice lo que me pidió mientras los miraba pelear y temblaba del miedo…
Jace había acudido a salvarme… por lo que esto no había sido cosa suya… que
idiota había sido, como se me había ocurrido pensar que esto lo había planeado
él para darme un susto… me sentía como una idiota pero al mismo tiempo estaba
aliviada por volver a verlo pero también tenía miedo de lo que podía hacerle el
hombre. Parecía más fuerte que Jace y además no quería que le sucediera nada
por mi culpa…
Mientras los observaba pelear, el
hombre que había derribado antes Jace se levantó y sin yo poder evitarlo, me
cogió con fuerza del brazo retorciéndomelo y aferrándome con la otra mano del
cuello.
-CLARY!- oí gritar a Jace
deteniendo su ataque al ver que el hombre me aferraba.- Suéltala vampiro, ella
no tiene nada que ver con esto. – siseó Jace entre dientes enfadado. Así que
era un vampiro… entonces realmente existían.
-Esta muchacha parece importante
para ti… quizás podríamos llegar a un acuerdo o incluso pasarlo bien con ella…
salvo que, te estés quieto y te rindas- susurró el vampiro mientras pasaba su
lengua por mi cuello haciendo enfurecer a Jace y provocándome un escalofrío y
una mueca de asco en mi rostro.
-Jace… - susurré con miedo
mirando sus ojos pensando en lo que
podía pasarnos. Tenía miedo, mucho miedo…
-Tranquila Clary, yo te protege.-
antes de que pudiera terminar la frase, el otro humano, aunque dudaba de que lo
fuera después de lo que había visto, atacó a Jace por la espalda, haciendo que
este se retorciera de dolor al haberle dado en la espalda.
-¡JACE!- grité aterrada al verlo
caer al suelo retorciéndose de dolor… - ¡JACE JACE!- grité derramando lagrimas
y sintiéndome como una débil… sin poder defenderme… Jace estaba herido y todo
era por mi culpa…
De pronto, sentí como algo en mi
interior me hacía sentir más fuerte y me quemaba por dentro, era algo cálido
pero a la vez poderoso.
-AHHH
Un haz de luz salió de mi
interior, como si mi cuerpo fuera una linterna, la zona superior de mi pecho
empezaba a arderme con fuerza como si se estuviera dibujando algo, ya que no
podía dejar de sentir pinchazos ardientes que se clavaban y grité sin poder
evitarlo.
Los dos monstruos se echaron hacia
atrás cuando la luz que salía de mi cuerpo los dejó ciegos y no podían moverse.
Rezagados, ambos murmuraron algo, en un idioma parecido al que antes había oído
a Jace aunque esta vez, pude entender las últimas palabras que dijeron – cazadora
de sombras, nefilims.
Al ver a los monstruos echarse
hacia atrás y no poder moverse, Jace se levantó con rapidez y los atacó a ambos
clavándoles unas dagas que había sacado de pronto de su espalda. Los atravesó a
ambos con ellas en el corazón y acto seguido murmuró algo inteligible haciendo
que los cuerpos ardieran y solo quedaran cenizas esparcidas por el suelo y seguidamente
volando a causa del viento.
Se acercó con rapidez a mí y me
ayudó a levantarme. Desorientada, me levanté gracias a él y me abrazó con fuerza
sosteniendo mi cuerpo contra el suyo y acariciando mi pelo con fuerza… Yo aun
me encontraba bastante débil… y no sabía bien lo que acababa de suceder. Lo
único que hice fue echarme a llorar de nuevo mientras el dolor de mi pecho
descendía lentamente y solo sentía una pequeña hinchazón y algo que se había
marcado en mi piel. Jace volvió a acariciarme el pelo y esta vez me besó en la
sien mientras me abrazaba y hacía que apoyase la cabeza en su pecho.
-Tranquila, ya estas a salvo… tranquila Clary- susurró abrazándome con
fuerza mientras sentía como mis ojos se cerraban por el cansancio y el dolor y
quedaba inconsciente.
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