Capítulo 13

Lamentando mucho el retraso que he tenido a la hora de escribir el nuevo capítulo he decidido que voy a traeros esta vez dos capitulos o al menos la mitad del capítulo siguiente y ya cuando esté completo lo editaré de nuevo para colocarlo todo. Quiero pediros perdon a todo el mundo que me sigue y que ha visto que he tardado bastante en tener publicado el siguiente capítulo. La verdad es que las cosas se me han complicado bastante y dispongo de poco tiempo para conectarme al ordenador y sobretodo para ponerme a pensar en la historia (pese a que ya tengo un breve resumen de lo importante que sucede en cada capitulo). Es por eso que he tardado tanto en poder publicar un capi. Pero teneis que entenderme , actualmente estoy estudiando para unas oposiciones, dando clases de ingles y tambien clases de conducir por lo que apenas dispongo de tiempo para poder conectarme ya que suelo llegar muy cansada y tengo ganas de acostarme cuando llego. Por lo que me gustaría pediros que no me pregunteis todo el tiempo por cuando estará el proximo capitulo y demás porque la verdad es que no sabría cuando deciros que estará y porque eso solo me hará ponerme peor y al final dejar esto de lado; ya que escribo esto porque me gusta la escritura y tenía ganas de darle un final distinto a la historia de Cassandra Clare pero no es una obligacion el tener que ponerme a escribirlo; por lo que os lo pido por favor, no agobiarme con ello. Sin mas dilacion y habiendo explicado mi situacion, os dejo el capítulo 13 que es como una introducción del 14. Espero que os guste y agradezco mucho los comentarios!.

-----------------------

La charla con Alec me había dejado fuera de sí; no sabía que era lo mejor y que era lo correcto. Durante toda la tarde de aquella angustiosa mañana y toda la mañana del día siguiente le había estado dando vueltas en la cabeza, con tanta intensidad que me había provocado fiebre y varios desmayos, obligándome a quedarme en casa y no asistir a la escuela. 

Hoy era el día en el que se marchaba Jace, según me había dicho Alec y yo aun seguía sin saber que hacer. Me había levantado a la hora de comer y pese a que mi madre me había obligado a tomar algo, mi estomago no permitía que nada que fuera comida entrase.

Finalmente, desistiendo de mi intento de comer, mi madre me dejo marchar a mi habitación.

Subí las escaleras con lentitud, como si el cuerpo me pesase gran cantidad. Aun seguía pensando en que debía de hacer. 

Quería a Jace, eso era una verdad irrefutable, pero ¿Mi amor por él era fraternal o era algo más intenso? No lo sabía aún.

Rebuscando entre mis cajones, encontré una foto que nos habíamos hecho el día en que había estado en una excursión y el había venido y otra en su casa, el día de  nuestra cita. Observé aquellas fotos con devoción, acariciando su rostro con tan sumo cuidado, como si fuera a romperse algo de lo que había en ellas; realmente amaba a Jace, quería estar con él, pero tenía miedo de que aquello que sentía fuera una ilusión o no pudiera ser correspondido.

Sin embargo, mi corazón comenzó a moverse por su cuenta moviendo mi cuerpo entero, me cambié de ropa y me preparé como si fuera a irme a ver a alguien. Mi cuerpo había decidido por mi misma; era hora de ver a Jace y hablar con el de todo lo que estaba sucediéndonos a ambos.

Me miré en el espejo y traté de no parecer muy enferma para cuando lo viera a él. Me sonreí a mi misma tratando de darme buenas sensaciones y diciéndome que todo iba a salir bien. 

 

Cogí el bolso, el móvil y las llaves y bajé las escaleras un poco nerviosa pensando la excusa que le iba a dar a mamá para que me dejará salir después de haber estado enferma estos días.

Miré por la casa buscándola pero no la encontré, por lo que respiré un poco al no verla. Decidí entonces dejarle una nota explicándole que tenía una cosa importante que hacer y que llevaba el móvil por si necesitaba comunicarse conmigo para lo que fuera. 

Salí de casa e inspirando aire, caminé decidida hacia la calle para ir hasta la dirección del apartamento de Jace; por suerte me acordaba de cuando me rescató de aquellas cosas que me atacaron hacía unas semanas.

Me tomó media hora llegar hasta donde vivía el, y durante todo el camino había estado pensando en la excusa que pondría para decirle porqué había ido a verlo y demás. No podía decirle que todo había sido cosa de Alec ya que no quería que hubiera peleas entre ellos pero tampoco se me ocurría otra cosa que decirle.

Subí las escaleras hasta su piso y toqué varias veces la puerta. Oí unos pasos que venían del otro lado de la puerta y alguien aproximándose a donde yo me encontraba. En ese momento me puse sumamente nerviosa; mi cuerpo parecía no reaccionar mientras mi corazón iba a tal velocidad que parecía que se me iba a salir del cuerpo. Traté de calmarme y respirar con tranquilidad pero cuando vi como la puerta se abría y aparecía Jace enfrente,  tal y como lo recordaba, mi cuerpo quedó paralizado y tuve que recordarme que debía de respirar.

El rostro de Jace tomó una expresión de sorpresa perpleja y supuse que se había quedado igual que yo al verlo. Ambos nos miramos sin decir nada, hasta que el finalmente sonrió de lado y me miró.

-Vaya, Clarissa; que sorpresa verte por aquí – dijo con un leve tono de sarcasmo. Me dio a entender que no le parecía bien que estuviera allí. Dudé entre irme o no, pero me armé de valor y le sonreí.

-He venido a verte. Me gustaría hablar contigo de algo importante. – le dije con toda la seriedad del mundo que pude sacar en aquel instante. Decidida y sin esperar a que el me diera el permiso de entrar, pasé a su apartamento y lo miré cuando ya estaba dentro.

El me observó caminar y observé una sonrisa tierna esta vez en su rostro. Cerró la puerta y caminó detrás de mí guíandome hasta el salón.